Encontrarte de repente como un intruso ante la vivienda de una araña sin haber pedido permiso para entrar es una sensación extraña.
Estaba fotografiando las espigas de las gramíneas silvestres cuando me percaté de esta situación. La araña plácidamente acurrucada dentro de la hoja parecía estar en el mejor de los sueños arrullada por la funda de la espiga.
En mi intención de sacar mejor la fotografía tome el tallo de la planta y le hice girar de forma que pudiese presentar un mejor enfoque hacia la araña, y cuál fue mi sorpresa que, ante tal atrevimiento, la araña se salió de su vivienda y se puso a pasear por encima como defendiendo su guarida de un intruso como yo.
Luego de la misma forma que había salido volvió a meterse dentro me imagino que acordándose de mucha de mi familia por mi atrevimiento y mala educación.
Muy guapa ,Micrommata ligurina ...de que fecha
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