Rara vez se ve un ramo de dalias que llegue de regalo a una casa, son las rosas las que se llevan la palma seguidas de los claveles y otras flores. El rosal por lo normal es una planta que se cultiva baja pues si se le deja crecer presenta su tronco espinoso y solo la parte alta da flores hermosas.
Las dalias por el contrario presentas plantas hermosas, verdes de bonitas hojas, unas bajas, otras muy altas donde las flores crecen por todas partes.
Y las hay de todos los tipos imaginables: las que se han hecho la permanente con rulos, sin rulos y las despeinadas, pero todas sin excepción son hermosas.
Sus colores son infinitos y dentro de ellos los tonos se multiplican. Una dalia puede ser blanca en el exterior y roja de un tono intensísimo en el interior. O morada y blanca, o naranja y verde o la combinación que tú quieras. ¡Todo es posible con las dalias!
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