Rebuscando fotos, haciendo limpieza de discos, intentando poner orden, he encontrado a estos patos olvidados en algún rincón del disco duro grande. Allí reposaban tranquilamente esperando que fuese alguien a rescatarlos y mira por donde, vaya casualidad, me ha tocado a mí el tener que hacerlo.
Todos los patos qué vais a ver esta noche, patos en genérico sin entrar en si son ánades, gansos o cualquier otra ave acuática, están fotografiados en el estanque del Palacio de Cristal, sito en el Parque del Retiro madrileño, allá por los finales de febrero de 2012.
El palacio de Cristal se construyo para la exposición de las Islas Filipinas de1887 y fue el único edificio que permaneció en pie.
Durante la Segunda Republica, sirvió para una reunión conjunta de las dos cámaras donde fue elegido Azaña como presidente de la Republica en mayo de 1936.
Pero esas cosas, seguro que a nuestros patos no les interesan lo mas mínimo. Como tampoco les importará el que yo durante este verano no haya sacado nada nuevo publicado en el blog. Ese será un tema a tratar en otra entrada.
En los fríos días de finales de febrero, cuando por las mañanas temprano amanece el agua con una ligera capa de hielo como consecuencia de la noche estrellada del invierno, los amigos con plumas y aletas se acercan a los visitantes que les echan trozos de pan, los cuales comparten con carpas, tortugas y gorriones entre otros.
Ese día los tonos azules se plasmaron en las fotos que realice. Seguramente una corrección de las características de color de la maquina ayudaron a ello y también un precioso cielo despejado.
Pero si os parece, veamos los patos y charlemos sobre ellos.
Una hembra de azulón navega tranquilamente sobre unas aguas dormidas aun, incluso el azulón sigue medio dormido.
Un pato, que ha salido totalmente azul, y no es un azulón, se pasea digno por delante de nosotros. Incluso se ha rizado su colita.
Estoy seguro que la cara del pato que fastidiaba a Elmer, (¿se llamaba así?), el cazador de los dibujos animados de mi época, fue sacada de un ejemplar como el de esta foto. Parece que con esa mirada tiene muy mala uva.
Señor y señora pato, pasean tranquilamente por las aguas del lago.
Los hay dormilones, como este. Se ha buscado un rincón tranquilo en el estanque, donde pocos le vean y le molesten. Pero se ha olvidado del agujero existente en la caliza que le delata.
Navega el amigo decidido hacia mí. Lo que no sabe es que no tengo ni una miaga de pan en el bolsillo para darle.
En febrero gusta de tomar el sol y más si es en la playa.
Por último un pato blanco, perdón casi blanco para cerrar la entrada.
Sed felices.
Antonio
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