jueves, 10 de septiembre de 2015

FLORES CON POESIA CCLIII.- Cantigas en loores de Amor.

Nuestro poeta, es un poeta del Cuatrocientos, es decir pertenece a una generación literaria entre el trovador y el Renacimiento.
El siglo XV es un siglo de despertares, donde la lengua castellana va tomando su identidad definitiva.
Nuestro poeta es conocido como Santiago Macías, pero realmente se le conoce como el Enamorado, por sus relaciones con una dama de alta alcurnia.


 
Nació en Padrón, Galicia, y fue doncel del marqués de Villena estando este en la corte de Juan II.
Se enamoro perdidamente de Dª Elvira, dama de compañía de la marquesa de Villena, con la que sostuvo relaciones amorosas.
Salido de viaje el marqués de Villena casó a Dª Elvira con D. Hernán Pérez de Vadillo. A la vuelta de Santiago Macías, los amantes siguieron teniendo relaciones, hasta que fueron descubiertos y El Enamorado encarcelado.
Este, que ardía en amores por su dama, siguió escribiéndole versos desde la cárcel, lo que enfureció de tal manera a D, Hernán que entro en el penal y mato al pobre Enamorado.
Santiago Macías, no es un gran poeta, pero representa un momento decadente de la escuela gallego castellana y de la poesía trovadora. Aun así figuran unas cuantas composiciones suyas, cantigas, que están recogidas en el Cancionero de Baena.
Murió en la cárcel de Arjonilla en mil cuatrocientos treinta y cuatro.


Las cantigas eran poemas trovadorescos gallegos que iban acompañados de música, te entonaban los propios juglares.
Os dejo un poema titulado Cantigas en loores de Amor, escrita en castellano antiguo que no he querido llevar al castellano moderno. Espero que os guste.
 
 
CANTIGA
 
Con tan alto poderyo
Amor nunca fué juntado
nin con tal orgullo e brío
qual yo vi por mi pecado
contra mí, que fuy sandio
denodado en yr a ver
su grant poder
e muy alto señoryo.


Con él venía Mesura,
e la noble Cortesya,
la poderosa Cordura,
la briosa Loçania;
rreglávalos Fermosura
que traya gran valor,
porque Amor
vençio la mi grant locura.


En mi coraçon sin seso
desque los sus ases vydo,
fallesçiome e fuy preso,
sy acorro non me ven,
ora de quen
el desir ni era defeso.


Rendyme a su altesa
desque fuy desbaratado,
e priso me con cruesa
onde bivo encarçelado:
las mis guardas son Tristura
e Cuydado en que bivi,
después que vy
la su muy gran rrealesa.
--o0o--





Sed felices.
Antonio

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