viernes, 26 de abril de 2013

PENSAMIENTOS DE UN FILOSOFO DEL LADRILLO II.- Soledad. (Carta de un amigo a Soledad)

 
Madrid, XX de abril de 20XX 
Querida amiga Soledad:
 
El otro día en Facebook vi una fotografía de una pintada callejera que decía: “¿Hasta cuándo vas a huir de mi soledad? Y sin pararme a pensar mucho respondí: ¡Hasta que consiga parar la mía!
Respuesta que me salió rauda, rápida desde muy adentro y que me ha hecho pensar, Soledad.
¿Hasta que consiga parar mi soledad? Quizás sea una marrullería lo que voy a decirte Soledad, pero por muy acompañados que estemos, siempre tenemos un rincón de soledad, el baúl del desván de nuestra alma, nuestro corazoncito, nuestra sapiencia; que cada uno lo adapte a su creencia, a su filosofía.



 

 


¿Cuantos secretos guardas tú Soledad? Estoy seguro que más de uno. Y no tienen por qué ser grandes, fastuosos y millonarios secretos, ni siquiera pecaminosos, ni malvados, no; pero aquello que parece que es muy de nuestro interior y que no queremos compartir y guardamos como un tesoro en el baúl, eso es simplemente nuestro rinconcito de soledad, Soledad.
Y de vez en cuando, le damos la vuelta a la llave del baúl y dejamos que uno de esos secretos vaya saliendo plácidamente a la luz, suavemente, para que no se ciegue y se nuble en el primer intento ¿Quieres compartirlo, Soledad? ¿Me quieres, Soledad?
 
 
 
Mi soledad, Soledad, la soledad de todos los que me rodean, son parte integrante de un mundo en el que las peleas por la superación nos han obligado a ir guardando parte de ese saber desde tiempos inmemoriales. Y a base de ir sonsacando de cada baúl esos secretos, la humanidad avanza.

Ahora bien el cartel que apareció en Facebook se puede interpretar literalmente desde otro punto de vista totalmente distinto: ¿No te das cuenta que necesito que me hables, Soledad? ¿No entiendes que mi soledad eres tú, Soledad, o tu? Y entonces el significado del cartel cambia radicalmente, es una petición, no una pregunta…
Mira que necesito de ti, Soledad, para poder desenterrar todo eso que tengo en el baúl del alma y que quiere salir para ver la luz. O para que con mucho cuidado me ayudes a mantenerlo cerrado, no vaya a ser que lo que haya dentro de mi, Soledad, te pueda hacer daño; pero comparte, abra o no el baúl, Soledad.



 

 

Silencio. Solo silencio. Mi soledad queda ahí en el silencio, Soledad, como una casa abandonada en mitad del campo, como unas palabras que no llegan, como unos sentimientos que se pierden en los tiempos negros de la oscuridad. Y la llave del baúl puesta en su cerradura esta inmóvil esperando. ¡¿Esperando que?! Alguien que quiera compartir los secretos que hay dentro… Soledad. Soledad, esperando tus palabras de cariño, tu aliento, tu compresión... Soledad, mi soledad con un beso abriría el baúl de tal manera que una explosión peligrosa podría producirse... 


Mi soledad, Soledad, es la soledad del caminante, que comparte el panorama con el peregrino con el que se cruza, al que saluda pero con el que solo puede compartir unos instantes, como contigo Soledad.
Leyendo algunas poesías, no hace demasiado tiempo, encontré este poema que de alguna forma puede acompañar algo mi pensamiento y nuestra soledad, Soledad.



 

 


Espero que te guste, Soledad.
 

 
SOLEDAD



Soledad sabe una copla
que tiene su mismo nombre:
Soledad.


 
  

 
Tres renglones nada más:
tres arroyos de agua marga,
que van, cantando, a la mar.
 
 
 
Copla tronchada, tu verso
primero, ¿Dónde estará?


 
 
 



¿Qué jardinero loco,
con sus tijeras de plata
le corto al ciprés la punta,
Soledad?
 
 
 
¿Qué ventolera de polvo
se te llevo la veleta,
Soledad?



 
  


¿O es que, por llegar más pronto,
tú viniste sin sombrero,
Soledad?
 
 

Y total:
¿qué más da?
Tres versos: ¿para qué más?


 
 


Si con tres silabas basta
para decir el vacío
del alma que esta sin alma:
¡Soledad!
--o0o--


Solo un beso, Soledad.





 

P.D. Quien parara mi soledad, Soledad, y me sacara poco a poco los secretos del alma. ¿A caso tu, Soledad?  ¿O tu? ¿O tu más lejano aún?
 

 
 
¿O tendré que abrir mi baúl solo? Mi rinconcito de los secretos… Mi soledad, Soledad.
--o0o--
Nada más por hoy. ¿Os ha gustado la carta de mi amigo? 
Sed felices
Antonio

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