Si hay en Madrid una estatua que haya recorrido gran cantidad de plazas, calles y jardines y almacenes es la conocida como La Mariblanca.
Esta estatua se compro en Italia en mil seiscientos veinticinco por Ludovico para colocarla como cabecera de una fuente que se realizo en la Puerta del Sol que era conocida como Fuente de la Fe.
No se sabe quién es el escultor ni que representa. Unos dicen que es una Venus, otros que Diana, menos que es una diosa de las aguas y aquellos que representa a la Fe.
La verdadera representación ha quedado en el olvido; su autor se llevo con él la idea y vete a saber si no era una joven pescadora italiana de la que estaba perdidamente enamorado, o la representación de una madre con su hijo...
Ya tuvo en su traslado el primer inconveniente y que le costó cien reales al transportista, pues por el traqueteo del carro la pobre Mariblanca fue decapitada. Se subsano la decapitación pegándole de nuevo la cabeza.
Hacia mil ochocientos treinta y ocho se desmonto la fuente y la Mariblanca fue colocada en la fuente de la Plaza de las Descalzas, hasta que se desmonto la nueva fuente.
Entonces La Mariblanca pasó a llenar un rincón del almacén del ayuntamiento de Madrid, hasta que en mil novecientos doce fue de nuevo sacada a la luz y colocada en el Retiro madrileño.
Como era muy inquieta, y cansada de estar en el mismo lugar, en mil novecientos sesenta y nueve fue trasladada al Paseo de Recoletos, donde fue dañada en un increíble acto de gamberrismo callejero.
Restaurada paso a ocupar el lugar en el que hoy está protegida que es la Casa de la Villa, anterior ayuntamiento de la capital de España.
La que hay sobre un pedestal en la Puerta del Sol, que es la que os presento en estas fotos, es una copia.
¿Sabéis por que se llama La Mariblanca? Parece ser que los aguadores y gente de la calle que pasaban por delante de ella le pusieron este nombre debido a la blancura del mármol con que estaba realizada.
Cuando paséis por la Puerta del Sol, la Mariblanca esta justo antes de entrar a la calle Arenal. Aunque sea una copia vale la pena mirarla tres o cuatro minutos-
Hasta la próxima. Sed felices.
Antonio
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