Ayer domingo, por la mañana, mientras mi madre se quedaba delante del televisor viendo su carrera de Moto 2, salí un rato a pasear por el camino que saliendo desde Guadarrama llega a la Virgen del Espino ya en el término municipal de Los Molinos.
Había dejado atrás las ultimas edificaciones de la urbanización cuando me encontré con una espesa mata de diversas plantas: gramíneas, cardos borriqueros, margaritas etc. que junto al jardín con el césped perfectamente segado era un contraste de lo más curioso.
Mi instinto y las ganas de encontrar algún bicho no fotografiado me llevaron hacia allí y puedo dar fe que por intentar conseguir buenas fotos salí con las manos llenas de arañazos y pinchazos de los cardos, que se unieron a los que mi cotorra me había hecho por la mañana al cogerla para darle la medicina.
Siempre me han fascinado las hormigas. Su forma de trabajar, su sistema de comunicación y sus colmenas de pulgones perfectamente cuidados me han llamado poderosamente la atención y mira por donde aquello estaba lleno de pulgones y de otros insectos que estaban allí por ellos.
Como no, una preciosa hormiga nerviosa, recorría su colmena espantando a cualquier intruso que osase entrar en ella y aun así muchos tipos de mosca giraban alrededor buscando una presa que llevarse al buche.
Pero casi mejor que sigamos el relato con las imágenes que tomaron mis cámaras:
Los pulgones pueden estar en las flores y en los tallos de cualquier planta chupando su savia y normalmente adaptándose por ello al color de esta.
Las hormigas merodean los rebaños de pulgones y buscan aquellos más predispuestos a darles su néctar.
Por el contrario los cazadores y carroñeros están dispuestos a disfrutar también de ellos por lo que la hormiga a parte de vigilar su rebaño tiene que defenderlo
Una mosca succiona con su lengua a un pequeño insecto que ha caido en sus redes. Mas a la derecha un pulgon con sus armas levantadas mira aterrorizado.
En la rama de arriba del cardo, la hormiga sigue con su ordeño de los pulgones. Con las antenas masajea al pulgón para que este le de el néctar que le vuelve loca.
Esta mosca en lo mas alto del cardo se esta comiendo los restos de un pulgón.
Otra esperando un momento de descuido para caer sobre su presa.
Ajena a pulgones, hormigas y moscas, esta pequeña abeja recolecta en las flores de las hierbas que hay entre cardo y cardo el polen necesario para su colmena.
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