El doce de mayo me di un paseo por el Real Jardín Botánico de Madrid y estaba, pese a las bajas temperaturas del mes de mayo, precioso, lleno de color y aromas.
Los iris en aquellas fechas destacaban con sus variados colores y los rododendros y rosales no se quedaban a la zaga.
Un recuerdo mas de un día de paseo y meditación, pues mientras se fotografían las flores se va mirando, meditando, pensando…. Pensando en tantas cosas, en tantas personas.
Los colores del botánico con las luces tardías de una tarde de mayo son espectaculares.
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