Florencia con toda la parafernalia de arte que esconde y la cantidad de turistas que la visitamos cada día nos acogió en un día caluroso de verano del año 2005.
Cerca del lago Trasimeno en el camino de Florencia hacia Roma encontramos esta granja castillo que un conserva algo de sus torres. El lugar idilico cerca de uno de los grandes lagos de Italia, tiene 18 x15 kms.
Roma, con más trasiego de turistas y quizás con mucho más que mostrar, también nos atendió con un calor sobrehumano.
La fontana di Trevi invitaba a darse un baño a la ingente cantidad de turistas que a su alrededor asistiamos al maravilloso espectaculo de agua y piedra en movimiento.
El hombre de los helados circulaba en las proximidades del Panteón de Agripa ofreciendo sus helados a los transeúntes y que yo fotografié sin querer. La foto iba destinada a mi hijo que estaba detras con el gorro en la cabeza. En el momento del disparo paso él y la maquina enfoco.
Hacía falta después de tanto trajín por ciudades de Italia, Roma, Florencia, Viterbo, Venecia, Ascoli Piceno etc., encontrar un lugar tranquilo y sosegado donde la gente aunque adaptada al turismo, este lo tuviese en una medida más reducida. Había que encontrar paz y la encontramos en una pequeña aldea de montaña situada cerca de los Montes Sibilinos en los Apeninos centrales.
CASTELLUCCIO DI NORCIA
Gente fantástica, simpática, acostumbrada a recibir a los parapente y alas deltas que aprovechando las corrientes térmicas que aquí se producen vienen a volar, y que según ellos poseen las mejores lentejas del mundo y por supuesto en Italia no hay otras como ellas.
Y puedo dar fe que las que yo me comí estaban exquisitas. Quizás con un chorizo de cualquier región española estarían mejor, pero muy buenas.
Sitio ideal para alejarse del mundanal ruido, Castelluccio da la sensación de estar sumergido en el cráter de un volcán al estar situado en lo alto de un cerro en medio de una llanura rodeada por montañas.
Puedes encontrar al pastor, cerca de los sembrados de cereales y lentejas, y sobre él el parapente multicolor que baja silencioso.
Para acceder a Castelluccio hay que tomar una carretera desde Aqua Terme en la vía que una Roma con Ascoli Piceno y tras coronar un alto puerto de montaña se desciende al interior de este fantástico valle.
Llegamos tarde, el sol se estaba empezando a acostar y los campos recién segados amarilleaban de lo lindo. Las nubes pronosticaban el acercamiento de una colosal tormenta que duro toda la noche en la costa.
Volveré algún día a este rincón maravilloso de Italia en pleno Parque Nacional de los Montes Sibillini, no a pasar un rato, sino a andar por sus montañas y conocer mejor a sus gentes.
Espero que os haya gustado estos paisajes.
Quizás la calidad de las fotos no sea muy decente, pero era una de las primeras máquinas digitales y...
Sed felices
Antonio.
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