lunes, 17 de junio de 2013

FLORES CON POESIA XC.- A la Santísima Virgen María. (Soneto)

 
Andaluz nacido en Antequera, nuestro poeta de hoy vino al mundo en el año de mil quinientos setenta y ocho. Estudió en Sevilla donde curso Cánones y Teología y donde se inicio en la poesía. En sus viajes a Granada frecuentaba las reuniones de la Academia de poetas granadinos y en Sevilla asistía a las reuniones que se celebraban en el taller de pintura de Francisco Pacheco.
 
 
 
_DSC4105X1
 
 
 
Estas relaciones, su vida en Valladolid y Madrid, su amistad con Góngora y Quevedo le sirvieron a Pedro de Espinosa para publicar una antología sobre poetas de la época titulada Flores de poetas ilustres.
Enamorado de una cortesana a la que dedico un libro de poesía pero que le dio calabazas casándose dos veces con otros hombres y harto del mundanal ruido, se ordena sacerdote en Málaga, se retira de eremita en Antequera y posteriormente en Archidona.
 
 
 
 
_DSC4123X1
 
 
 
El conde de Niebla lo saca de este retiro concediéndole, a parte de una capellanía, la dirección del colegio de San Idelfonso en Sanlúcar de Barrameda.
En esta ciudad murió en mil seiscientos cincuenta.
Según Saiz de Robles Pedro de Espinosa “es de concepción original, dicción pura y estilo florido…”
Os dejo un soneto escrito en versos alejandrinos dedicado a la Virgen María.
 
 
 
A LA SANTISIMA VIRGEN MARIA
 
 
 
Como el triste piloto que por el mar incierto
se ve, con turbios ojos, sujeto de la pena
sobre las corvas olas, que, vomitando arena
lo tiene de la espuma salpicado y cubierto,
 
 
 
 
_DSC4126X1
 
 
 
cuando, sin esperanza, de espanto medio muerto
ve el fuego de Santelmo lucir sobre la entena,
y, adorando su lumbre, de gozo el alma llena,
halla su nao cascada surgida en dulce puerto,
 
 
 
 
_DSC4128X1
 
 
 
así yo el mar surcaba de penas y de enojos,
y, como tormenta fiera, ya de las aguas hondas
medio cubierto estaba, la fuerza y luz perdida,
 
 
 
_DSC4136X1
 
 
cuando miré la lumbre, ¡oh Virgen!, de tus ojos,
con cuyos resplandores, quitándose las ondas,
llegué al dichoso puerto donde escapé la vida.
--o0o--
 
 
_DSC4143X1
 
 
Espero que os haya gustado este poeta del barroco que una vez ordenado sacerdote solo escribió poesía religiosa.
Sed felices.
Antonio 

No hay comentarios:

Publicar un comentario