Paseando una noche por Madrid sacando a mi perra, a finales de mayo, se me ocurrio esto....
EL SUEÑO NEGRO
Esta noche he salido a pasear, como otras muchas noches.
Tenia ganas de andar y he tomado un camino que sabia me podría conducir a ti con la esperanza de poder mirarte a lo ojos; solo, cruzar la mirada y sin decir nada, en el silencio de la noche, volver a mirarte, solamente eso.
Pero tu no estabas. He contado las baldosas del camino soñando oir tus pasos, y tu no has aparecido.
Paso a paso, semáforos y farolas tan juntos que me dan envidia, he ido cruzando calles, tropezando con bordillos, mirando a la lejanía a ver si aparecías. Pero no, ¡no!, todo era un no rotundo. El ajedrez del suelo era todo negro, no había una casilla blanca para la esperanza. Las baldosas y tu erais un no, un rotundo no.
El silencio, solo roto por una pequeña fuente del paseo, también decía no; no he tirado la toalla, quizás mañana, quien sabe, ¿Por que no? quizás pasado mañana, quizás... nunca. Y todo solo por una mirada, por tu mirada.
Las baldosas húmedas, del agua que de la fuente cae diciendo ¡no!, me miran y silenciosas se juntan con ella y como tu dicen ¡no! Parecen una escala monocromática en la que solo hay un tono, un tono negro: ¡No! ¿No? O es mi imaginación que en cada reflejo quiere oír un si. Maldito tablero de ajedrez en el que he tenido que venir a aprender. Todas las casillas negras y tu.. tu también en una de ellas escondiéndote en la negrura del no, en la lejanía del no.
Las baldosas y tu. Tablero de ajedrez con la dama fuera de él, en una casilla negra en la penumbra. Y desde allí, ni siquiera una mirada. Parece que en la sombra clarea algo hermoso, pero no eres tu.. ¿Que pasa? Silencio incluso de las gotas de la fuente. Camino por unas baldosas negras sin ti, y tu sin mi en el mismo camino, sin vernos.
La Puerta de Alcalá, el hotel Palace, el paseo del Prado... silencio en los suelos. Las baldosas y tu, refugiadas en el silencio y en la oscuridad. Y yo espero, pero siempre es ¡no, no!. Soledad.
¿Cuando volveré a encontrarte? En las baldosas del tablero dentro de mucho; en tus ojos quisiera que fuese mañana, pero se que será un ¡no!. Silencio y tiempo. Las baldosas y tu... No, también el silencio.
De repente, despierto, y te veo. ¡No!, estoy dormido. Es un sueño. Baldosas negras y tu. Es un ¡No! Damero maldito solo de cuadros negros y silencios negativos; camino de enroques y jaques mate sin encontrar a la reina. Baldosas negras y tu....
Jaque mate.
Me despierto. Ahora si, me restriego los ojos. Baldosas negras sin ti.
--o0o--
Felices sueños y sobre todo feliz vida.
Antonio
Interesantes imágenes que acompañan al relato onírico de la soledad aún inmerso en la gran ciudad. Saludos.
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