Las lluvias de estos días atrás en el Pirineo, sobre todo en los valles de Benasque y Aran, me han traído a la memoria dos viajes que hice a Benasque en 2010, uno a finales de agosto y principios de septiembre y el otro por el puente del Pilar.
Las imágenes que se han visto estos días en los medios y en la red no tienen nada que ver con la paz y la tranquilidad que nosotros tuvimos.
Hoy voy a colocar las fotos de las excursiones que mi mujer y yo realizamos, subiendo y bajando. Claro que yo arrastrando mi enfisema y mis kilos las pase canutas en algunos momentos, pero conseguí llegar a cada uno de los lugares que me propuse; más lento que los demás pero… La belleza de todo lo que vi valió la pena de los esfuerzos realizados.
Hoy voy a presentaros el Benasque de finales de verano.
Comencemos con las excursiones o paseos, depende de cómo se mire. Cuando se come en la montaña para mi es una excursión.
Subida a la cascada de Espigantosa.-
Fue el primer paseo. Lo comenzamos muy tarde, debían ser las once de la mañana, y aquella subida se me hizo eterna; no porque mi cuerpo no pudiera con ella, si no por el calor a que nos sometió don Lorenzo.
El primer descanso en un mirador desde el que se puede apreciar la belleza de Eriste con la presa a rebosar.
Luego tranquilamente continuamos la ascensión hasta encontrar esta maravillosa vista y refrescarnos en sus aguas.
Subida a pico Cerler.-
Por la tarde del mismo día aprovechando que ya estábamos cocidos, cogimos pan y un poco de jamón y queso y aprovechando el telesilla subimos hacia pico Cerler.
La subida desde el telesilla al pico es fácil. Solo hay que tener cuidado con las piedras sueltas que hay por todas parte pero cuando llegas arriba y descubres la vista del macizo del Posets todo ha merecido la pena.
La foto que veis está tomada justo antes de empezar la ascensión al pico Cerler y se distingue abajo Benasque y quien lo conozca distinguirá Cerler a la derecha abajo.
Subida al ibón de Renclusa.-
Disfrute con esta subida un montón. Primeramente el paseo entre el bosque desde los Llanos del Plan d’Estan viendo a nuestra derecha la subida a el Portillón de Benas que haríamos al día siguiente.
En el refugio un café con leche con tostada para coger fuerzas y seguir subiendo para llegar al Ibón de la Renclusa donde descansamos un buen rato y compartimos nuestros bocata con todo tipo de tábanos y moscas que estaban con bastante hambre.
Siesta mirando el ibón y luego bajada tranquilamente hasta el Plan para allí tomarnos nuestra merecida cerveza fría.
Por cierto me compre una camiseta con el burro.
Subida al Portillon de Benas.-
En esta lo pase peor que en ninguna físicamente por el esfuerzo realizado, pero en cambio mentalmente goce con ella tanto por la belleza de las vistas en la subida como por las vistas hacia el lado francés
Mirando al oeste
Casi 950 metros de desnivel desde donde comenzamos la subida hasta el Portillón. Camino fácil, pero al sol y sin lugares de aprovisionamiento de agua con lo cual hay que subir bien provisto.
La subida maravillosa comienza en una ladera sin árboles, cara sur, despejada que no interrumpe el horizonte del este al oeste.
Por el Este el Pla del Furat del Aguallut, al sur todo el macizo de Maladeta y al oeste la bajada hacia los llanos del Hospital y mas al fondo el macizo del Posets -
Mirando al sur
¿Valía la pena el sacrificio? Por supuesto y más con una guía estupenda que me fue animando en la subida: mi mujer.
Las Gorgas d’Alba y cascadas d’Ardones.-
Maravillosa excursión a través de un botánico natural hasta llegar a las cascadas. Precioso camino, relativamente fácil para los que tenemos enfisema con un desnivel que rondara los doscientos metros más o menos.
Pero al llegar a las Gorgas d’Alba compensa el viaje. Un puente cruza por encima del rio que bajaba bien para ser fin de verano, y el aire que viene de la cascada te refresca.
Las vi luego en octubre con lluvia y era impresionante su contemplación.
Por la tarde nos acercamos desde de Cerler en una excursión prácticamente de poco desnivel, hasta las cascadas de Ardones.
El único problema del camino las vacas que nos encontramos cerrándonos el paso en un momento determinado y la estrechez del sendero en algún lugar, pero ambos fácilmente sorteables.
Es otra caminata que vale la pena y bajar luego por el otro lado del rio hacia la ermita de San Pedro ya cerca de Cerler.
Subida a los Ibones de Villamuerta.-
Preciosa subida y no muy larga que empezando en el Plan d’Estan alcanza primero el ibón bajo.
Luego en una ya mas empinada ascensión llegar al segundo ibón de Villamuerta, desde donde las vistas son muy buenas en todas direcciones y donde tuvimos la suerte de charlar un rato con una forestal que por allí andaba.
Bajamos por lugar equivocado, perdimos el sendero y como era temprano fuimos andando por la ladera hasta que encontramos el sendero que baja del Portillon, atravesando unos parajes preciosos.
Subida al ibón de Ballibierna.-
Para personas que como yo tenemos vértigo, subir en el asiento de la derecha del autobús todo terreno que te lleva hasta los llanos de arriba es una experiencia increíble. No se calcular, pero aquellos cortados podían tener trescientos metros o más.
Preciosa excursión que comenzando suavemente por un pinar junto a un rio con refugio, va ascendiendo sin dificultad por la falda del Aneto que ves allí en lo alto hasta llegar al ibón.
Allí arriba la soledad y el silencio solo lo rompe tu respiración y de vez en cuando el grito de hambre de un aguilucho nuevo que reclama comida a sus congéneres.
(Culebrillas de Ballibierna)
Subida la collado e ibón del Toro.
Como en casi todas las excursiones de esta zona, cogimos el autobús que nos dejo en La Besurta y desde allí comenzamos una ascensión que para mí fue increíble.
Primeramente encontrarse con el Forau d’Agullut y su cascada.
Luego las planicies remansadas que dan sus aguas a la cascada.
Y al final, después de un camino agradabilísimo el ibón del Toro con los Pirineos del valle de Aran al fondo.
Preciosas imágenes y gran reportaje.
ResponderEliminarGracias Cristian, me alegro que te haya gustado. Un abrazo
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