Si alguna vez llegas hasta el Palacio de Cristal en el Parque del Retiro de Madrid, fíjate en su planta y en su distribución. ¿Qué te recuerda? ¿Quizás algún tipo de templo románico, gótico..?
Os coloco un plano de cómo es realmente la planta del edificio.
Lo miro muchas veces y, sin parecerse en nada, me viene a la memoria la iglesia inacabada de Agüero, sin tener relación ninguna y siendo totalmente opuesta en diseño y concepción a este palacio.
Pero esa nave transepto y el ábside acristalado al fondo me dan la sensación con la portada jónica que la obra está inacabada, que no era ese su final. Pero dejémonos de disquisiciones que no llegan a ningún sitio y que son fruto de mi mente calenturienta.
El Palacio de Cristal se construyó para la exposición que sobre las Filipinas se celebró en Madrid en el año 1887. Hacía falta luz para las plantas tropicales y se consiguió. Pero no solamente luz sino también transparencia. Y eso es el Palacio de Cristal del Retiro madrileño: luz y transparencia.
Su diseñador fue Alberto de Palacio y el constructor Bernardo Asín y se construyó en el corto espacio de tiempo de 5 meses.
Pero antes de entrar en más datos técnicos, permitirme que os acerque al Palacio de Cristal dando un pequeño rodeo desde la parte inferior de la loma hasta el fondo del lago para desde allí divisar su fachada de entrada en estilo jónico y allí contaros sus características.
Vista desde el Oeste. En primer termino el abside.
Vista de la nave transepto, zona norte, y la zona de entrada jonica.
Absidiolo sur de la nave.
El palacio desde el otro lado del lago
La longitud de la nave principal, el transepto, es de 54 m y su anchura de 28 m, estas medidas son aproximadas, estando formada por tres naves que se diferencian por la altura y por estar separadas por columnas metálicas de fundición, muy típicas de la época del desarrollo industrial de mediados del siglo XIX.
Entrada neoclasica con columnas jonicas
La rampa que se ve a la izquierda es el acceso para personas con cpacidad reducida, que le quita prestancia. pero que es una solucion idonea.
¿Pasamos al interior? Adelante.
El ábside, opuesto totalmente a la entrada jónica, es a su vez una nave con deambulatorio.
El abside desde el paseo exterior
En la nave central mirando al norte
La cupula. Transparencia, luz y cielo
Cuando vayáis a verlo, fijaros en los azulejos que decoran su exterior, diseñados por Daniel Zuloaga, el gran escultor y pintor español nacido en 1852. Fijaros en los rostros de las aves, dragones y otros animales mitológicos que están presentes en las cenefas. Observad que en función de su situación unos están más degradados que otros. Habrá que tener cuidado en que los hielos no dañen los azulejos y si se deja que el agua se filtre a través de los morteros, con las heladas, es posible que aumenten los daños.
Azulejos con la figura de un leon alado
Figura de cisne con extremidades vegetales
Deagones entre arcos y azulejos acompañando al arco.
Azulejos con daños
Al palacio hay que dedicarle tiempo en mirar y descubrir. Hay que ver sus azulejos que bordean los arcos, y los capiteles de hierro fundido del interior y del exterior,
Gargola en la primera cubierta
las mascaras que sirven de gárgolas como en las antiguas catedrales, y de nido a los gorriones, la cornisa intermedia entre gárgolas y la cornisa de la cúpula con mascaras y leones como la cornisa inferior y entre ellos unas guirnaldas con frutos.
Capitel de pilares en vidriera
Capitel de los pilares del interior
Cornisa de la cupula
Firma del constructor
Y hay que contemplar sus reflejos y transparencias; no perder la noción de lo que está dentro y de lo que esta fuera, que muchas veces sucede.
¿Donde esta la verdad?
Los árboles crcen dentro y fuera
Como anécdota histórica indicar que D. Manuel Azaña eligió este palacio para la ceremonia de su toma de poder como Presidente de la República Española en el año 1936, muy poco antes del estallido de la Guerra Civil.
Hoy en día comparte exposiciones temporales y lo regentan conjuntamente Ayuntamiento de Madrid y Museo Reina Sofía.
Excelente reportaje descubridor y difusor de tan singular obra decimonónica madrileña. ¡Chapeau!.
ResponderEliminarMuchas gracias Luis, me alegro que te haya gustado
EliminarPrecioso, papá. muy interesante. ¡Bien hecho!
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