Muchas creo pienso que existe un mundo paralelo que nos acompaña constantemente, deformado desde nuestro punto de vista, pero real como el nuestro; tan real que existe con nosotros y duerme con nosotros, Nos mira desde los escaparates y ventanas y se nos muestra de formas diversas y distintas: es el mundo de nuestros reflejos, de nuestra visión del otro yo de nosotros mismos y de las cosas que nos rodean.
Esta en cualquier parte donde exista agua, cristal o cualquier otro elemento con la capacidad de reflejar el entorno. Los reflejos son el otro lado de la realidad, la otra zona donde nuestras visiones pueden retorcerse, alargarse o engordarse sin que nuestro cerebro se lesione con ello. No es la visión cerebral, sino la visión de nuestros ojos. Una realidad que se muestra fuerte, potente y que en el fondo no es mas que una critica a nuestro modo de ver, encasillados en una visión binocular.
Mirad en los escaparates de vuestras ciudades y veréis reflejados en ellos los fantasmas de nuestra propia imagen; y los fantasmas del mundo que nos rodea. Vehículos que salen de una biblioteca o viviendas que se introducen el un parabrisas, o luces que vienen desde dentro de una tienda o un teatro que se retuerce en el faldón trasero de una moto aparcada frente a él.
Con los reflejos, los fantasmas del otro lado, compañeros de las sombras, os dejo. No sé si habré acertado con las fotos, espero que sí.
C/Alcalá Cartel anunciador con farolas
Vaya conductor raro
Centro Azca. Tres edificios en uno.
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