Esta tarde la luz y la temperatura invitaban a pasear. Que mejor lugar para ello que el Real Jardín Botánico de Madrid.
Paseo en el Real Jardín Botánico de Madrid
Los paseos tranquilos, solitarios, ayudaban a la meditación.
Camelia japonica color rosado
Las camelias exultantes y vigorosas lucían orgullosas sus tonos rosas y rojos maravillosos y unos pequeños iris descansaban junto a uno de los poyetes de granito de la bordura inglesa.
Camelia japonica
Iris unguicularis
En el invernadero, húmedo y caluroso, las orquídeas daban color y presencia a plantas que seguramente sin sus flores pasarían desapercibidas.
Orquidea
Orquidea
Ya fuera, los rayos del sol bajando rápidamente iluminan los pequeños frutos rojos y transparentes de una Berberís aggregata. Maravillosos elementos que le dan a ese rincón del botánico gracia y alegría.
Berberis aggregata
Un gran Quercus Pubescens del Pirineo da sensación de protección con sus grandes hojas marrones.
Quercus pubescens
Garrya fremontii
Es hora de salir. Da pena, pero otras circunstancias me obligan a marcharme. Bueno, son circunstancias agradables que vienen después. Reuniones con personas con las que se está a gusto.
Paseo en el Real Jardín Botánico de Madrid
Los paseos siguen silenciosos y tranquilos. De vez en cuando me cruzo con alguien que, como yo, quiere silencio y tranquilidad; tranquilidad hay hoy en el Real Jardín.
Nada más por hoy. Sed felices.
Antonio
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