lunes, 24 de marzo de 2014

FLORES CON POESIA CLXXVI.-Casida de la fuente ciega.

Nació nuestro poeta en Granada en mil ochocientos ochenta y nueve. Hijo y nieto de catedráticos de la Universidad de Granada, desde muy joven se inclinó hacia el mundo de las letras.
Estudio la carrera de Filosofía y Letras en la universidad de su ciudad natal y se doctoró en mil novecientos nueve en la Universidad de Madrid.
 
 
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A los veinticinco años, Manuel de Góngora, era miembro del Cuerpo Facultativo de Archiveros Bibliotecarios y Arqueólogos (o Museos, depende de los autores) lo que le permitió investigar en los más importantes archivos nacionales, pero sobre todo en el archivo de la Alhambra donde realizo un magnífico trabajo.
Profesor en la Universidad de Granada, en su facultad, redactor jefe de la revista Blanco y Negro fue también un gran creador de libretos de zarzuelas entre las que destacar Carro el de la Lora, Un caballero español, La Petenera y un largo etc. lleno de éxitos.
Como poeta podemos indicar que se le nota si origen andaluz por la gracia y la fuerza en la forma de describir en sus poesías, poniendo énfasis a los temas con tradición, dándoles calor y color y dotándoles de un fantástico ritmo musical.
Entre sus poemas destacar Y el ángel se hizo mujer, La razón del silencio, Dolor y resplandor de España, Canción del Tajo y un largo etcétera.
 
 
 
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Espero que la poesía que os coloco hoy os guste.
Murió Manuel de Góngora en Buenos Aires, donde era corresponsal de prensa, en mil novecientos treinta y tres.
 
 
CASIDA DE LA FUENTE CIEGA
 
Fuente ciega, fuente muda:
dormida piedra cristiana
entre los mármoles vivos
de los patios de la Alhambra…
 
 
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En tu cárcel -- verdín húmedo,
silencio azul, pared blanca--,
abres tu cuenca, vacía
de la pupila del agua;
 
 
 
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y para mayor tormento
de tu ceguera callada,
por el chato postiguillo
--breve puerta de tu jaula--
 
 
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se te entra hasta el corazón,
ebria de aroma y de brasa,
la palpitación candente
del patio de Lindaraja…
 
 
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Ni puedes mirar sus flores
ni contemplarte en sus aguas;
y en los cuatro ángulos tristes
de tu pared encalada,
 
 
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cuatro impávidos cipreses
--cuatro negras alabardas--
están velando en silencio
tu soledad resignada.
--o0o--
 
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E
spero que os haya gustado esta casida a la fuente ciega de la Alhambra.
La "casida" es una pieza poética de origen oriental, premusulmana, que autores modernistas la retomaron bajo su tutela.
Ya solo me resta desearos toda la felicidad del mundo.
Antonio

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